El impacto del plástico y microplásticos en el Mar peruano: Un desafío ambiental urgente

 



Autora: Eliana Angelina Lazarte Choccelahua

Introducción

El mar peruano ha sido testigo de diversos desastres ambientales, siendo uno de los más recientes el derrame de petróleo en Ventanilla en el año 2022, que afectó gravemente la flora y fauna marina (Pulido et al, 2022). Sin embargo, este no es el único problema que enfrenta el ecosistema marino. Un desafío ambiental que está tomando dimensiones alarmantes es la contaminación por residuos plásticos, los cuales se acumulan tanto en las playas como en el mar. Se estima que en el Perú se utilizan aproximadamente 3 mil millones de bolsas plásticas cada año. Solo en Lima Metropolitana y el Callao, se generan 886 toneladas de residuos plásticos al día, lo que representa el 46% del total de residuos plásticos a nivel nacional (Ministerio del Ambiente, 2020).

La situación es particularmente preocupante debido al tiempo que tarda el plástico en degradarse. Por ejemplo, una bolsa plástica puede tardar hasta 400 años en descomponerse, los vasos descartables pueden tomar hasta 1000 años, y los sorbetes alrededor de 200 años (Ministerio del Ambiente, 2020). A medida que estos residuos se descomponen en partículas más pequeñas, de hasta 5 milímetros de diámetro, forman lo que se conoce como microplástico. Estas diminutas partículas no solo afectan a los animales marinos externamente, sino que también pueden ingresar a sus organismos y causar efectos tóxicos, asfixia y posibles alteraciones genéticas (Organización de las Naciones Unidas, 2023).

¿Cómo se forma el microplástico?

El microplástico se origina de dos maneras: de forma primaria y secundaria. Los microplásticos primarios son aquellos que ya están presentes en productos que usamos diariamente, como los productos de higiene personal, cosméticos y pellets (pequeñas partículas de plástico utilizadas en la fabricación de productos plásticos)(Iannacone et al, 2019). Por otro lado, los microplásticos secundarios se generan a partir de la degradación de plásticos más grandes, como bolsas, botellas y otros desechos plásticos que han sido arrojados al mar (Rojo-Nieto y Montoto, 2017).

Efectos en la fauna, flora y salud humana

Uno de los efectos más devastadores de la acumulación de plástico en el mar es el impacto sobre la fauna marina. Cada año, miles de animales quedan atrapados en residuos plásticos, lo que provoca incapacidades para moverse, muerte por inanición, lesiones físicas graves e incluso malformaciones (Rojo-Nieto y Montoto, 2017). Además, muchos animales marinos ingieren estos plásticos, lo que puede provocar obstrucciones estomacales, perforaciones internas e incluso la muerte. Cuando los plásticos bloquean el estómago de los animales, los nutrientes no pueden ser absorbidos adecuadamente, y la acumulación de plástico en su interior puede generar una sensación de saciedad falsa que inhibe la necesidad de alimentarse, agravando el riesgo de inanición (Rojo-Nieto y Montoto, 2017).

Efectos en la fauna, flora y salud humana

La flora marina tampoco está exenta de los efectos de la contaminación por plásticos. La acumulación de residuos plásticos en el mar bloquea la luz solar que las plantas marinas necesitan para realizar la fotosíntesis, lo que afecta directamente el equilibrio del ecosistema (Rojo-Nieto y Montoto, 2017). Sin luz suficiente, las plantas marinas no pueden crecer ni mantener el equilibrio ecológico del que dependen muchas especies.

En cuanto a la salud humana, el microplástico también representa un riesgo emergente. Se ha descubierto la presencia de microplásticos en moluscos y peces, lo que significa que estos contaminantes pueden ingresar en nuestra cadena alimentaria. A pesar de que los efectos exactos del consumo de microplásticos en los seres humanos aún no se conocen con certeza, algunos estudios sugieren que pueden actuar como disruptores hormonales, interfiriendo con el sistema endocrino y la regulación hormonal. (Rojo-Nieto y Montoto, 2017). Además, los microplásticos pueden ser vectores de sustancias tóxicas, como metales pesados y otros contaminantes, lo que plantea un riesgo potencial para la salud a largo plazo (Rojo-Nieto y Montoto, 2017).

Posibles soluciones y acciones necesarias

Para enfrentar esta crisis ambiental, es crucial que tanto las autoridades como la sociedad civil tomen medidas urgentes y efectivas. En primer lugar, es necesario fomentar una mayor conciencia ambiental entre la población, especialmente a través de la educación. Incluir en los currículos escolares y en los programas educativos información sobre los efectos de la contaminación por plásticos y la importancia de reducir su uso es clave para cambiar hábitos a largo plazo.

Además, el Estado debe implementar políticas más estrictas en cuanto a la gestión de residuos. Incentivar la separación de basura en los hogares y promover el reciclaje masivo puede ayudar a reducir la cantidad de plástico que llega a los vertederos y, eventualmente, al mar. También es fundamental establecer campañas de concienciación en las playas y áreas costeras, instando a los ciudadanos a depositar correctamente su basura y evitar contaminar el mar con desechos que son arrastrados por las olas.

El sector privado también puede jugar un rol importante. Reducir la producción de plásticos de un solo uso, diseñar alternativas biodegradables y promover la reutilización de materiales son algunas de las medidas que las empresas pueden adoptar para contribuir a la reducción de la contaminación.

Conclusión

En resumen, la contaminación por residuos plásticos en el mar peruano es una problemática de gran magnitud que afecta gravemente a la fauna, la flora y la salud humana. El tiempo de descomposición del plástico y su acumulación en el ecosistema marino generan un ciclo devastador que es urgente detener. Para ello, es esencial aumentar la conciencia pública, implementar políticas de reciclaje y gestión de residuos más eficientes, y fomentar la responsabilidad compartida entre la ciudadanía, el gobierno y el sector privado. Sólo mediante esfuerzos colectivos podremos garantizar un mar más limpio, sano y habitable para las futuras generaciones y para las especies que dependen de él.

El cuidado del medio ambiente es responsabilidad de todos, y está en nuestras manos hacer los cambios necesarios para asegurar un ecosistema marino saludable.


Bibliografía

Iannacone, J., Huyhua, A., Alvariño, L., Valencia, F., Principe, F., Minaya, D., Ortega, J., Argota, G. y Castañeda, L. (2019). Microplásticos en la zona de marea alta y supralitoral de una playa arenosa del litoral costero del Perú. The Biologist (Lima), 17(2), 335-346. https://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=9397962 

Ministerio del Ambiente (MINAM). (s.f.). ¿Qué son los microplásticos? Ministerio del Ambiente. https://www.minam.gob.pe/menos-plastico-mas-vida/que-son-los-microplasticos/

Organización de las Naciones Unidas (2023). Microplásticos: consecuencias históricas de la contaminación por plásticos. https://www.unep.org/es/noticias-y-reportajes/reportajes/microplasticos-consecuencias-historicas-de-la-contaminacion-por#:~:text=Cuando%20son%20ingeridos%20por%20la,comportamiento%20y%20la%20alteraci%C3%B3n%20gen%C3%A9tica.  

Pulido V., Cruz J., Arana C. y Olivera E. (2022) Daño ambiental en el litoral marino peruano causado por el derrame de petróleo  en la refinería La Pampilla.  Manglar, 19(1), 67-75. https://doi.org/10.17268/manglar.2022.009  

Rojo-Nieto E. y Montoto T. (2017) Basuras marinas, plásticos y microplásticos: orígenes, impactos y consecuencias de una amenaza global. Ecologistas en Acción. http://hdl.handle.net/10553/56275 


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