La siembra de nubes bajo la lupa: inundaciones en Emiratos Árabes Unidos y su controversia




Autora: Amor Del Carmen Príncipe Sosa

Introducción

Las inundaciones en parte de los Emiratos Árabes Unidos sobresaltaron al mundo en abril del presente año, ya que experimentaron tres veces la cantidad anual de lluvia en tan solo dos días. Esto teniendo como consecuencia la muerte de 21 personas, según el NY Times. Por otro lado, si bien medios internacionales mencionaron que las precipitaciones no fueron inesperadas, pues los meteorólogos locales previeron las tormentas con varios días de antelación y emitieron advertencias. Sin duda, fueron inusuales. Asimismo, el Centro Nacional de Meteorología aseguró que la siembra de nubes se desarrolló del 14 al 15 de abril, pero no el 16 (El Financiero, 2024).

Ante este inesperado diluvio, surgieron preguntas: ¿fue este desastre causado por el programa de siembra de nubes que promueve el país? ¿Qué es este programa de siembra? En el presente artículo analizaremos este evento, observaremos su relación con el calentamiento global y sus consecuencias.  

Los Emiratos Árabes Unidos han utilizado la ‘siembra de nubes’ desde 2002 para abordar cuestiones de seguridad hídrica, debido a que esta zona pertenece a un clima desértico, refirió El Financiero. Entonces, ¿de qué se trata este mecanismo? Según la CNN, “la siembra o bombardeo de nubes es un concepto de modificación meteorológica que intenta extraer de una nube más lluvia o nieve de la que se produciría de forma natural”. Es decir, teniendo en cuenta que las nubes no se forman esporádicamente, sino que necesitan algo en lo que condensarse, se utilizan los llamados núcleos de condensación qué son partículas diminutas en el aire a las que puede adherirse la humedad. En este proceso, “lo que realiza la siembra de lluvia es añadir más de esas partículas al aire a través de aviones que vuelan a través de las nubes existentes e inyectan las diminutas partículas, como yoduro de plata, con el objetivo de crear más gotas de agua o hielo” (CNN, 2024).

Sin embargo, según la National Geographic, el ambiente ya contenía más vapor de agua debido al cambio climático, lo que facilitaría la formación de lluvia sin necesidad de intervención artificial. En otras palabras, independientemente de si hubo o no siembra de nubes, la tormenta formaba parte de una configuración extrema que aparecía en los modelos de previsión con días de anticipación. Además de la posible falta de drenaje en muchas zonas pudo provocar un empeoramiento de las inundaciones. 


Dilema

No obstante, a pesar de este lamentable desastre natural, es posible que se repita y con mayor frecuencia. Un estudio reciente sugirió que las precipitaciones anuales podrían aumentar hasta aproximadamente un 30% en gran parte de los Emiratos Árabes Unidos para finales de siglo a medida que el mundo continúe calentándose, según la revista ambiental (The National Geographic, 2024). Las lluvias torrenciales de este tipo serán más frecuentes a medida que la atmósfera siga calentándose, lo que le permitirá absorber más humedad y expulsarla en forma de lluvias torrenciales (The National Geographic, 2024).

Y es que, mientras el calentamiento global vaya avanzando será necesario enfocarse en soluciones de infraestructura y adaptación climática que puedan mitigar los efectos devastadores de tales fenómenos en el futuro. Para ello, también es crucial re pensar en las inversiones para el cambio climático.


Crítica

Ante este cuestionamiento surge la crítica, pues si bien las inundaciones permiten reflejar la complejidad de la interacción entre el cambio climático y los eventos meteorológicos extremos, también nos permite realizar una catarsis acerca de los esfuerzos e iniciativas que se están llevando a cabo para mitigar estos. Ya que, más allá de la siembra de nubes y la alteración de este ecosistema, se generan desigualdades que fomentan el desplazamiento por causas climáticas. Pues, si bien siempre han habido sequías, tanto naturales como causadas por el calentamiento, estas se están volviendo más frecuentes y severas. El periodico el País menciona que en las últimas dos décadas éstas han afectado a 1400 millones de personas en el mundo, y han aumentado en número y duración en casi un 30% desde el año 2000. A ello se suma que, si bien África experimenta el mayor aumento en la gravedad y frecuencia de este fenómeno, cada vez más están afectando progresivamente a todos los continentes (El País, 2022). No obstante, se observan las desigualdades en la capacidad de afrontarlas. 

Veamos el caso al sur de Somalia, que vive la peor sequía de los últimos 60 años, provocando el desplazamiento de 2,9 millones de personas (ACNUR, 2021). En 2022, las catástrofes provocaron la cifra récord de 32,6 millones de desplazamientos, de los que el 98 % fueron causados por peligros relacionados con el clima según el Centro para el Monitoreo del Desplazamiento Internacional (IDMC). Estos millones de desplazamientos no pueden ser enfrentados, pues si comparamos el PIB de Somalia en el 2022 fue de 10 mil millones de dólares, mientras que el de Emiratos Árabes Unidos fue de 507 mil millones de dólares (Banco Mundial, 2022).

Y aunque dentro de los esfuerzos está la inversión pública como privada, existe la preocupación de que estos sean mis dirigidos. Sabiendo que “entre 1998 y 2017, las sequías provocaron pérdidas económicas globales que ascienden a aproximadamente 124.000 millones de dólares (119.000 millones de euros). Si el calentamiento global alcanza los 3 grados Celsius para el año 2100, tal como se ha pronosticado, las pérdidas causadas podrían ser cinco veces más altas de lo que son hoy” (El País, 2022). Es entendible que en una economía falaz no invertir lo suficiente en este momento para hacer lo necesario a fin de cumplir los objetivos que nos hemos fijado para 2030 y años posteriores es un error (El País, 2022). 


Conclusión

Finalmente, luego de haber observado el lamentable caso de inundaciones en los Emiratos Árabes Unidos, sus esfuerzos por producir una mayor cantidad de agua potable para sus ciudadanos y las desigualdades en la posibilidad de realizar estos en otros países. Ponen en cuestionamiento como los países más pobres pueden enfrentar el cambio climático, mostrando las disparidades y, como consecuencia, el forzar a millones de personas a desplazarse de estos. Así como nos deja con una última duda sobre los mecanismos como los bonos de carbono, si estos realmente están apoyando a la disminución del calentamiento global mediante la inversión económica de iniciativas ambientales y no a la reducción directa del dióxido de carbono y los gases de efecto invernadero en la atmósfera.


English version

 

Cloud seeding under scrutiny: floods in the United Arab Emirates and their controversy


Flooding in part of the United Arab Emirates shocked the world in April this year, as it experienced three times the annual amount of rain in just two days. This resulted in the death of 21 people, according to the NY Times. On the other hand, although the international media mentioned that the rainfall was not unexpected, local meteorologists predicted the storms several days in advance and issued warnings. These were certainly unusual. Likewise, the National Center of Meteorology assured that cloud seeding took place from April 14 to 15, but not on the 16th (El Financiero, 2024).

Faced with this unexpected deluge, questions arose: was this disaster caused by the cloud seeding program promoted by the country? What is this planting program? In this article we will analyze this event, we will observe its relationship with global warming and its consequences.


The United Arab Emirates has used 'cloud seeding' since 2002 to address water security issues, because this area belongs to a desert climate, reported El Financiero. So what is this mechanism about? According to CNN, “cloud seeding or bombardment is a weather modification concept that attempts to extract more rain or snow from a cloud than would occur naturally.” That is, taking into account that clouds do not form sporadically, but rather need something on which to condense, so-called condensation nuclei are used, which are tiny particles in the air to which moisture can adhere. In this process, “what rain seeding does is add more of those particles to the air through planes that fly through existing clouds and inject the tiny particles, such as silver iodide, with the goal of creating more droplets of water or ice” (CNN, 2024).

However, according to National Geographic, the environment already contained more vapor due to climate change, which would facilitate the formation of rain without the need for artificial intervention. In other words, regardless of whether there was cloud seeding or not, the storm was part of an extreme configuration that appeared in forecast models days in advance. In addition to the possible lack of drainage in many areas, it could have caused flooding to worsen.

However, despite this unfortunate natural disaster, it is possible that it will be repeated and with greater frequency. A recent study suggested that annual rainfall could increase by up to about 30% in much of the United Arab Emirates by the end of the century as the world continues to warm, according to the environmental magazine (The National Geographic, 2024). Torrential rains of this type will become more frequent as the atmosphere continues to warm, allowing it to absorb more moisture and expel it in the form of torrential rains (The National Geographic, 2024).

And, as global warming advances, it will be necessary to focus on infrastructure and climate adaptation solutions that can mitigate the devastating effects of such phenomena in the future. To do this, it is also crucial to rethink investments for climate change.

Given this question, criticism arises, because although floods allow us to reflect the complexity of the interaction between climate change and extreme weather events, they also allow us to carry out a catharsis about the efforts and initiatives that are being carried out to mitigate these. Since, beyond the seeding of clouds and the alteration of this ecosystem, inequalities are generated that encourage displacement due to climate causes. Well, while there have always been droughts, both natural and caused by warming, they are becoming more frequent and severe. The newspaper El País mentions that in the last two decades these have affected 1.4 billion people in the world, and have increased in number and duration by almost 30% since 2000. Added to this, Africa experiences the greatest increase in the severity and frequency of this phenomenon, it is increasingly affecting all continents (El País, 2022). However, inequalities are observed in the ability to confront them.

Let's look at the case of southern Somalia, which is experiencing the worst drought in the last 60 years, causing the displacement of 2.9 million people (UNHCR, 2021). In 2022, disasters caused a record 32.6 million displacements, of which 98% were caused by climate-related hazards according to the International Displacement Monitoring Center (IDMC). These millions of displacements cannot be faced, because if we compare the GDP of Somalia in 2022 it was 10 billion dollars, while that of the United Arab Emirates was 507 billion dollars (World Bank, 2022).

And although the efforts include public and private investment, there is concern that they are misdirected. Knowing that “between 1998 and 2017, droughts caused global economic losses amounting to approximately 124 billion dollars (119 billion euros). If global warming reaches 3 degrees Celsius by the year 2100, as predicted, the losses caused could be five times higher than they are today” (El País, 2022). It is understandable that in a fallacious economy, not investing enough at this time to do what is necessary to meet the objectives we have set for 2030 and subsequent years is a mistake (El País, 2022).

Finally, after having observed the unfortunate case of flooding in the United Arab Emirates, its efforts to produce a greater amount of drinking water for its citizens and the inequalities in the possibility of doing this in other countries. We have to question how the poorest countries can confront climate change, showing the disparities and, as a consequence, forcing millions of people to move from these countries. Just as it leaves us with one last doubt about mechanisms such as carbon credits, if they are really supporting the reduction of global warming through the economic investment of environmental initiatives and not the direct reduction of carbon dioxide and greenhouse gases in the atmosphere.


Bibliografía

1. ACNUR. (2024, 23 enero). Desplazados climáticos. eAcnur. https://eacnur.org/es/desplazados-climaticos (2023, 18 enero).

2. Las personas somalíes refugiadas y desplazadas luchan por recuperarse mientras el cambio climático provoca nuevas amenazas. Hujale, B. M. https://www.acnur.org/noticias/stories/las-personas-somalies-refugiadas-y-desplazadas-luchan-por-recuperarse-mientras-e

3. Banco Mundial. (s. f.). World Bank Open Data. https://datos.bancomundial.org/indicador/NY.GDP.MKTP.CD?locations=ae https://datos.bancomundial.org/indicator/NY.GDP.MKTP.CD?locations=SO

4. CNN. (2024, 19 abril). Las inundaciones en Dubai despiertan dudas sobre la siembra de nubes: ¿qué es y qué tanto funciona? Muñoz-Ledo, R. https://cnnespanol.cnn.com/2024/04/17/inundaciones-dubai-dudas-siembra-nubes-que-es-funciona-trax/

5. El Financiero.‘Diluvio’ en Dubái: ¿La ‘siembra de nubes’ para generar lluvia tiene la culpa de las inundaciones? (2024, 17 abril). El Financiero. https://www.elfinanciero.com.mx/ciencia/2024/04/17/diluvio-en-dubai-la-siembra-de-nubes-tiene-la-culpa-de-las-inundaciones/

6. El País. (2022, 17 junio). Las sequías cambiarán el mundo si no actuamos ahora. El País. https://elpais.com/planeta-futuro/red-de-expertos/2022-06-17/las-sequias-cambiaran-el-mundo-si-no-actuamos-ahora.html

7. The National Geographic. (2024, 18 abril). No, las históricas lluvias e inundaciones en Dubái no se deben a la siembra de nubes. Parra, S. https://www.nationalgeographic.com.es/medio-ambiente/historicas-lluvias-e-inundaciones-dubai-no-se-deben-a-siembra-nubes_22072

8. The New York Times (2024, 19 abril). Inundaciones históricas en Dubái: lo que hay que saber. Raymond Zhong https://www.nytimes.com/es/2024/04/19/espanol/tormentas-dubai-que-pasa.html

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